Agricultura y medio ambiente en la Unión Europea: La contaminación por nitratos

Durante las últimas cuatro décadas, la agricultura, tanto en Europa como en el conjunto de países más desarrollados, ha experimentado un profundo cambio tecnológico, que ha conducido a la concentración, especialización e intensificación de la actividad agraria. La ubicuidad, escala y rapidez de la transformación de los métodos de producción agraria, provocando el inmediato derrumbamiento del sistema agrario tradicional, hace que este proceso merezca el calificativo de "revolución agraria".

Este rápido proceso modernizador no hubiese sido posible en ausencia de un firme compromiso, adquirido por los diferentes Estados, para: promover el progreso tecnológico, facilitando la transformación técnica del sector agrario; racionalizar las estructuras agrarias, mejorando la eficiencia productiva de las explotaciones, y proteger sus agriculturas de la competencia exterior, creando un entorno de seguridad económica. La agricultura se convierte así en la actividad más regulada, desde el punto de vista de la producción, y las políticas agrarias en un factor determinante del desarrollo agrario.

En el marco europeo, a mediados de siglo la agricultura era uno de los sectores económicos más importantes, tanto por su contribución al empleo como por su significación económica. Sin embargo, adolecía de deficiencias notables. La dimensión de las estructuras agrarias era inadecuada, presentaba un claro retraso tecnológico en comparación con otras agriculturas más desarrolladas, como la norteamericana, los estándares de vida de los campesinos y los de la población urbana cada vez se ensanchaban más, en detrimento de los primeros, etc. Por otra parte, en un clima de rápido desarrollo urbano-industrial era necesario un incremento de la producción y productividad agrarias, que asegurase el abastecimiento de alimentos para una población urbana creciente y satisficiese las necesidades de mano de obra de un sector industrial en expansión. En una etapa de rápido desarrollo económico, con amplias oportunidades de empleo para la población agraria en el sector industrial, lo que parecía más lógico era mejorar la eficiencia productiva de aquellas explotaciones mejor dimensionadas económicamente, de modo que los pequeños agricultores serían abocados a abandonar la actividad agraria.